Se habían pasado la tarde poniéndose morados, con lo que no tenían ganas ni de cenar... y estaban los tíos tan panchos y relajados haciendo la digestión.
En mi casa se come cuando yo estoy, porque Apolo solo puede comer comida húmeda y si dejo los cuencos con pienso él arrasa. Y por esa razón a veces creo que lo de comer a demanda se me ha ido un poco de las manos. Me explico: en mi casa, como en las bodas...
Primero se cena:
A las 23:30 toca cena húmeda, tras la cual dejo preparados los platitos con pienso para levantarme a las... ¡¡¡4 de la mañana!!! Me pregunto cómo he llegado a tal nivel de esclavitud... Todo empezó levantándome a eso de las 7 am cuando en realidad hasta las 8 no suena el despertador. Aquello me molestaba infinito, pero lo sobrellevaba. Después Apolo empezó a despertarme a las 5, pero yo me hacía fuerte hasta las 6 o 6 y media. Ahora procuro aguantar hasta las 4, pero es que anoche eran las 3 y ya me estaba dando la brasa... ¡¡¡las 3!!! Así que por primera vez en mi vida cerré la puerta de la habitación y hasta las 4 y media no me levanté sobresaltada por las embestidas...
Los muy puñeteros han depurado su técnica con los años: se pasean sobre mi estómago, me pisan el pelo, me rozan con los bigotillos, me maúllan al oído... A veces los mataría, pero es que son tan adorables...
Apolo en modo niña del exorcista, andando por la pared...